Jordan prende el debate: “A la NBA de hoy le falta hambre”

Por Juan Pablo Ojeda

 

Michael Jordan volvió a encender la conversación sobre la NBA moderna con una crítica frontal a la mentalidad de los jugadores actuales. Durante su participación en el segmento MJ: Insights To Excellence de NBC, la leyenda de los Chicago Bulls cuestionó si la nueva generación realmente siente amor por el juego o si las prioridades ya están puestas en otros lados.

Para Jordan, todo empieza por la pasión. Recordó que en su contrato tenía una cláusula llamada “Love of the Game”, que le permitía jugar cuando quisiera porque, literalmente, no podía dejar de hacerlo. Con ese mismo tono crítico, señaló que muchos jugadores de hoy descansan partidos por precaución o planeación física, algo que en su época hubiera sido impensable: “Lo que más me beneficiaba era jugar. ¡Juega! Eso creciste haciendo”.

Explicó su filosofía con una analogía simple: si alguien ama de verdad un helado, hará lo imposible por conseguir su sabor favorito. Para él, el basquetbol era ese helado, ese impulso que lo llevaba a entrenar y competir todos los días. Por eso, lamentó que ahora la “hambre por ser grande” parezca menor, en parte porque muchos jugadores comienzan a ganar dinero antes de llegar a la NBA.

Jordan también criticó la tendencia de poner la marca personal por encima del trabajo en la duela. Aseguró que en su carrera todo comenzó por su rendimiento, y la proyección comercial llegó después: “No puse la marca antes de hacer el trabajo. El trabajo era lo primero y la marca evolucionó a partir de eso. Ahora es distinto”.

Aunque reconoció que el ruido mediático es mucho mayor hoy, insistió en que el enfoque debe seguir estando en la cancha: “Me gustaría pensar que, si jugara ahora, mi juego respaldaría todo lo demás. El amor por el básquet tiene que ser puro, que jugarías gratis, como lo hicimos”.

En medio de las críticas, MJ también encontró espacio para elogiar. Mencionó a Anthony Edwards como uno de los talentos que más le llaman la atención. Contó que un ejecutivo de Minnesota le comentó que Edwards tiene dificultades con la doble marca, y para Jordan eso solo significa una cosa: respeto. “Si sienten que necesitan marcarte entre dos, es la mayor señal de respeto que puedes recibir. Lo importante es saber reaccionar: moverte sin balón, postearte antes de que llegue la ayuda, encontrar la posición para anotar”.

La voz de Jordan sigue teniendo un peso enorme en la NBA, y sus palabras reavivan un debate que nunca termina: ¿ha perdido algo la liga en su transición a la era del espectáculo y el negocio, o simplemente evoluciona hacia una nueva forma de ser grande?

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